El Padre Walter, como respuesta a las necesidades los países latinoamericanos, a través de su experiencia y de lo que las personas que estaban en Frankfurt le contaban (en especial la situación de Bolivia), reunió un grupo con la idea de formar una asociación que ayudara en  algunos proyectos para beneficio de los niños latinoamericanos.

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Los miembros voluntarios están en un contacto directo con los países latinoamericanos, hablan español 
y conocen la situación de la población desfavorecida del continente.